El palo telescópico solventa este problema ya que, con alargar un poco el brazo, tiramos del asa hasta que llega a la altura de nuestra cintura para ejercer solo la fuerza del empuje, que gracias a nuestras ruedas que hemos incorporado al chasis de la hamaca se desliza sin crear resistencia.
El hecho de que el palo sea telescópico hace que el abanico de posibilidades de manipular la hamaca desde otras situaciones de los cuidadores sea más sencillo y practico, disminuyendo las transferencias de estos para manejarla en tareas de la vida diaria ej el sofá, la cama, silla. De esta forma puedes subir el palo hasta donde sea cómodo para hacer pequeños movimientos de arrastre, favoreciendo la relajación del bebe desde el sofá, cama u otros lugares en los que los cuidadores nos solemos encontrar a lo largo del día.