Síndrome del nido ¿invención o realidad?
“Estaba de 32 semanas y de pronto me invadió una sensación tremenda de energía. Era como si todo mi cuerpo me pidiera a gritos moverme y hacer cosas. Así que me puse en marcha y decidí hacer obras en casa”.
Así describe Sonia su particular síndrome del nido, esa necesidad irrefrenable que algunas futuras madres sienten de dejar todo en perfecto estado de revista, antes de que llegue el bebé.
¿Invención o realidad? No lo sabemos con certeza, pero quien más y quien menos conoce a alguien que afirma haberlo sentido alguna vez.
Asimilando el embarazo y sus miedos
La mayoría de las mujeres viven el síndrome del nido, en mayor o menor medida, durante el tercer trimestre de embarazo. La inminente llegada del bebé hace que se preocupen por tener todo listo: ropa, carro, pañales, cuna, hamaca de bebé (si es con Ride&Go Baby mucho mejor 😉), etc.
Ocurre en este momento por varios motivos:
1· Ya han asimilado la idea de embarazo.
2· El desarrollo y movimiento constante del bebé hacen que el momento del nacimiento se vea más cercano.
3· Los miedos inherentes a las primeras etapas han pasado y resulta muy placentero comprar todo lo que el peque utilizará.
4· Muchas mujeres disfrutan de más tiempo libre en ese trimestre y se encuentran mejor.
Pero no en todas las futuras madres se manifiesta de la misma manera. Algunas se focalizan en limpiar y ordenar a fondo la casa, otras se lanzan a cocinar como si fueran a estar encerradas en un búnker durante meses y otras simplemente disfrutan preparando la maleta que llevarán al hospital.
Sea como sea, lo importante es disfrutarlo y no dejar que ese momento lleno de expectativas e ilusión se convierta en un proceso de angustia.
“Dediqué mucho tiempo a buscar todo lo que creía que mi hija iba a necesitar”, recuerda nostálgica Eva. “Me hice un Excel comparando pros y contras de cada artículo y me recorrí todas las tiendas de puericultura de mi entorno. Y cuando nació Marina me di cuenta de que, salvo la ropa y los pañales, lo único que necesitaba mi hija era a mí”.
"La inminente llegada del bebé hace que se preocupen por tener todo listo..."
Delega y confía en tu sentido común
Cuando el síndrome del nido ataca con fuerza, las futuras madres deben confiar en su sentido común y no intentar hacer más de lo que sus condiciones físicas les permiten. Deben aprender a delegar en su pareja y familia o dejar en manos de profesionales esas actividades que pueden suponer un riesgo tanto para ellas como para los bebés.
Son especialmente sensibles los cambios de armario o las limpiezas de cocina y cristales si requieren subir a escaleras o cargar pesos.
Durante las últimas semanas del embarazo, las mamás deben dedicarse a cuidar de sí mismas y prepararse para el parto. Intentar descansar lo más posible, comer bien y realizar ejercicio moderado, deben ser sus prioridades si quieren recibir a sus pequeños y pequeñas en óptimas condiciones.