Fabricamos en Zamak, un material que puede reciclarse indefinidamente sin perder sus pureza o sus cualidades intrínsecas. Tras el proceso de fabricación, se le aplica una capa de pintura ecológica y se empaqueta en cajas de cartón reciclado.
El zamak moldeado produce muy pocas emisiones al aire y al agua. Su consumo de energía es también muy bajo.
Se desintegra en agua de mar.
No se produce a partir de hidrocarburos, por lo que no aporta ninguna contaminación.
El zinc o zamak es una parte del ciclo de la naturaleza, y se puede reutilizar. El punto de fusión de zinc es baja en comparación con la mayoría de otros materiales. Así, el consumo de energía cuando se trabaja con el zinc en la fundición a presión es menor que con otros materiales.
El zinc o zamak fundido a presión satisface la demanda de la creatividad en el proceso de construcción y diseño. Varias partes pueden ser integrados en una parte del fundido común. Las características autolubricantes de la aleación de zinc se utiliza para evitar el uso de cojinetes de lubricación.
Una gran cantidad de opciones de recubrimiento de superficies están disponibles con el fin de añadir las características estéticas y funcionales más atractivos para las piezas de zinc.
Las piezas de zinc o zamak inyectados tienen además, una alta resistencia mecánica, elasticidad y ductilidad de impacto. Las piezas fundidas de zinc a menudo son una opción mejor que, por ejemplo, piezas de aluminio, plástico o piezas de fresado.
Las piezas de zinc fundido pueden ser optimizadas, y el peso se reduce considerablemente – sin afectar a la resistencia y la complejidad.
El zinc o zamak fundido a presión también puede absorber el sonido por lo que nos proporciona otra ventaja añadida eliminando el poco ruido que puedan hacer las ruedas.
Las pinturas ecológicas son mucho mejores que las sintéticas en varios sentidos y su ventaja principal radica en su composición. Mientras que la ecológica está hecha mediante productos naturales que no perjudican el medio ambiente, como materias primas de origen vegetal y mineral, como silicatos, arcilla y cal, las sintéticas usan sustancias químicas potentes, como mercurio, cadmio o plomo, y compuestos orgánicos volátiles, como la acetona, que dañan el medio ambiente.
Al estar compuestas por materias primas sencillas y naturales basadas en productos biodegradables, las pinturas ecológicas no generan residuos tóxicos para el medio ambiente. De este modo, estas pinturas cumplen con una serie de normas durante su fabricación y embalaje para conseguir el respeto hacia la naturaleza y la sostenibilidad
Además de ser amigables con el medio ambiente, los componentes de la pintura ecológica no son perjudiciales para la salud humana, mientras que las sintéticas son dañinas para la piel, los ojos y las vías respiratorias. De hecho, hay personas que sufren sensibilidad o alergias a las pinturas sintéticas, no pudiendo permanecer en un lugar decorado con estas pinturas ni, por supuesto, usarlas. Asimismo, es altamente peligrosa para las embarazadas y niños, ya que estos últimos pueden desarrollar alergias o problemas respiratorios en el futuro.
Tipos de pintura ecológica
En la actualidad podemos diferenciar dos tipos de pintura ecológicas de acuerdo con los componentes naturales utilizados para su fabricación:
Pinturas naturales: estas pinturas pueden ser de origen animal o vegetal, aunque son más conocidas estas últimas, y entran dentro del grupo de las eco-pinturas.
Pinturas minerales: estas pinturas ecológicas pueden estar fabricadas a partir de silicato, cal, arcilla y tiza.
Todos los bebés y los niños son sensibles a sustancias tóxicas, por ello es importante prestar atención sobre el tipo de pintura que se va a aplicar.
Está claro que la pintura por la que tienes que apostar para tu bebé debe ser libre de tóxicos y ecológica. También deberá contar con una buena calidad y debe estar homologada.