La magia de las primeras veces
Qué tendrán las primeras veces que provocan en nuestro interior unas sensaciones que nunca más volvemos a sentir.
El primer día de cole, la primera cita, el primer beso o el primer día de trabajo dejan una huella en nosotros, que nos hacen recordarlos durante toda nuestra vida.
Las primeras veces de tu bebé
En la paternidad pasa algo parecido, siempre recordaremos con nitidez el momento en el que supimos que íbamos a ser padres.
La primera ecografía, la primera patadita, las primeras contracciones y la primera vez que vimos esa carita arrugada que nos robó el corazón.
A partir de ahí, las primeras veces con nuestras hijas e hijos se suceden de manera constante: el primer baño, la primera sonrisa, la primera noche durmiendo del tirón, la primera siesta en su hamaca bebe, las primeras palabras, los primeros pasos…
Cuando nos convertimos en padres y madres tenemos la extraordinaria suerte de experimentar la magia de las primeras veces casi a diario y, sin embargo, no la valoramos lo suficiente. ¿Por qué?
Porque dejamos de valorar estos momentos
Son muchos los motivos por los que dejamos de valorar estos momentos especiales con nuestros pequeños.
En la mayoría de los casos, los motivos se ven agravados por:
·El agotamiento (porque mi bebé no duerme más de tres horas seguidas)
·Los primeros cólicos o las primeras rabietas (además de las primeras sonrisas, también vivimos este tipo de momentos difíciles).
·El estrés y el ritmo acelerado del día a día no me dejan tiempo para fijarme en estos detalles.
Las causas son muchas y todos las experimentamos en mayor o menor medida, pero vale la pena parar e intentar acercarnos cada día a nuestro bebé, como si fuera la primera vez.
Un solo momento de cosquilleo o mariposas en el estómago junto a él o ella hará que todo o demás valga la pena.
"...siempre recordaremos con nitidez el momento en el que supimos que íbamos a ser padres."
Hacer de cada vez una nueva experiencia
Y una vez que hayas conseguido esto con tu bebé, ¿por qué no pruebas a extenderlo a otras facetas de tu vida?
Empieza por ti y mírate con bondad y como si hiciera mucho que no te vieras. Continúa con tu pareja, tus allegados, tu trabajo… busca la ilusión y la novedad en cada cosa que haces.
No te pedimos que seas perfectamente feliz ni una superwoman, simplemente que disfrutes de cada momento, de todo lo que la vida te brinda, porque de cada día se puede sacar un aprendizaje.
Y, sobre todo, ponte en la piel de tus hijos, intenta ver el mundo con su inocencia y sencillez.
Son pequeños sabios, seguro que ya has podido comprobarlo por ti mismo, y si nos acercamos a ellos con la mente abierta y ganas de aprender nos devolverán todo lo que les damos con creces.