Trucos para dormir a un bebé
Es normal que los padres primerizos siempre se pregunten cómo dormir a un bebé, ya que cuando se trata de acostarlo para que se duerma en su cunita, a veces puede resultar una misión totalmente imposible, sobre todo durante sus primeros meses de vida. No te preocupes, es un problema bastante común.
No existe una estrategia universal que ayude a todos los bebés del mundo a conciliar el sueño, pero sí que hay algunos trucos para dormir a un bebé que te ayudarán y que pasamos a describir a continuación.
Que podemos hacer
1. Relaja el ambiente
¿No te pasa que cuando pones luz tenue en tu casa y reduces el ruido, entras en un estado de relax que te conduce al sueño? Pues a los bebés les pasa lo mismo.
Es importante tener en cuenta el entorno que rodea a tu hijo a la hora de ponerlo a dormir. Contar con la iluminación adecuada es esencial porque ayuda a que tu bebé capte las señales del entorno.
Es bien sabido que nuestro cerebro asocia la luz con estar despierto y la oscuridad con estar dormido, así que procura bajar la luz cuando vayas a poner a tu bebé a dormir y crea un ambiente relajado.
2. La importancia de tener una rutina
Uno de los mejores trucos para dormir a un bebé es establecer una rutina sencilla que le ayude a relajarse. Esta debe realizarse sin estrés y sin prisas con el objetivo de que se duerma antes.
Establece una hora a la que te gustaría que se quedara dormido y calcula el tiempo que te llevará hacerlo. A medida que tu hijo crezca, esta rutina debe ir cambiando y adaptarse a las nuevas situaciones.
Algunas cosas que puedes incluir en la rutina son:
·Baño relajante.
·Atenuar las luces para crear una atmósfera tranquila.
·Cantarle una canción de cuna.
·Ponerlo en su cuna.
Recuerda que nunca debes estimular a tu bebé por la noche, porque estará tan emocionado que le costará dormir, rompiendo la rutina que ya hayamos establecido y logrado.
3. Evita los métodos “calmantes”
Seguro que este truco te puede ayudar a saber más sobre cómo dormir un bebé, pero puede que te resulte algo chocante. Y es que debes evitar que tu bebé se quede totalmente dormido en tus brazos para luego pasarlo a la cuna.
Los bebés necesitan reconocer el entorno en el que están para sentirse seguros y calmados. Cuando lo duermes en tus brazos y se despierta en su cuna no lo reconoce, a no ser que se haya establecido una rutina de acostarlo cuando esté somnoliento y no dormido del todo.
Esto le ayudará a aprender a calmarse y lo que es más importante, a volverse a dormir por sí mismo.
4. No le des de comer para que se duerma
Es normal que los recién nacidos se duerman todo el tiempo mientras comen, pero si tu bebé siempre se queda dormido durante la alimentación, pensará que necesita comer para volver a dormirse.
Para combatir este problema, mueve poco a poco la hora de la última toma a una más temprano, esto evitará que el bebé asocie la alimentación con el sueño o use la comida como apoyo para dormir.
5. Establece pautas para las siestas
Para un correcto descanso, es necesario que los bebés también cuenten con una rutina de siestas, lo que también les ayudará a dormir mejor por las noches. Cuando los bebés están muy cansados se alteran sus hormonas del estrés, lo que hace que no duerman durante mucho tiempo, porque esas hormonas los despiertan.
Los recién nacidos tienen poco tiempo de vigilia entre siesta y siesta. Sobre los 2 meses este tiempo asciende a 90 minutos y no es hasta los 4 o 5 meses cuando empiezan a tolerar mejor el estar despiertos.
Sobre esa edad ya puedes empezar a trabajar en un horario para las siestas. Se recomienda que tengan una por la mañana, una al comienzo de la tarde y otra al final de la misma.
Recuerda que todos los bebés son diferentes y que no debes compararlos con otros. Además, hay distintas etapas en las que el patrón de sueño de un bebé va cambiando. La clave siempre es adaptarse a los cambios sin estresarse y tener paciencia.